jueves, abril 13, 2006

una kincena (compilazione)

Y llegó el 31 de marzo (y pasó). Esa noche estuve ahí. ¿Qué iría a suceder?

Y no pasó nada... bueno, a las 12 del mediodía aparentemente el tal Benvenuto vino a por la llave y se llevó unas cuantas, pero ninguna del bar... "benvenuto" pero mejor "partito".

No sabemos aún si se producirá alguna operación encubierta, cualquier madrugada, y que de mala manera las puertas sean bloqueadas con fajas selladas y firmadas por algún juez. Ni tengo información clara ni sé qué pueda suceder...

Desde mi perspectiva actual creo que todas las acciones realizadas han logrado demostrar que el asunto no se limita a un prolijo papel firmado. Es más, resulta curioso que este caso haya puesto en duda la preeminencia de la propiedad privada. En términos de algún científico sería "una anomalía del sistema". En términos de la política de los estados unidos sería "un argumento espectacular para iniciar un bloqueo por 50 años".


Mi sensación inmediata es la de una enorme carcajada. Me brota.








Si de justicia se trata, la propiedad es burlada y muchos individuos son despojados a diario, y en esas ocasiones, vaya casualidad, al evaluar la variable "poder" (económico, político, social, militar) encontramos que "los que tienen" son quienes con más frecuencia "obtienen" mientras que quienes "pierden" son "los que no tienen"... y me resulta sumamente estimulante que los yegogas se lleven puesta a esta organización guiada por la codicia sin siquiera haberse ocupado. Se diría que actuaron cuales lamas o shaolines que hipnotizaron a la ciudad y movieron las piezas de modo que los ocupantes de cada escaque quedaran a su merced.

Juajuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

Digresión. El 11 de abril fue el cumple de Manolo. Qué tipo que es.... estaba ahí meta despachar cervezas y cafeses y ferneses y blenders (Manolo, me hiciste volcar, guacho, yo venía de mi propio festejo y llegué a casa hecho una calamidad), pero nadie sabía nada. Tuve que mandarlo al frente y ahí le llegó el felizcumple a coro. Estoy muy contento de haber podido ir a festejar/le a su boliche. Fin de la digresión.

Volviendo al tema propiedad, me quedé pensando si acaso, con este asunto de la "protección" del matrimonio cultural, los gallegos podrían llevarse el nombre Bar Británico adonde quisieran o si quizá ya no puedan disponer de su ¡propiedad!

El colmo total sería si el poder político otorgara al dueño del local la libre disponibilidad de su propiedad y a los gallegos no.

Codicia. Se podrán imaginar los millones de asuntos que se dicen en el ir y venir de las conversaciones, entre todas ellas escuché algo: los propietarios del local serían los hijos, es decir los herederos, de quien fuera propietario de la empresa La Campagnola y que la habrían vendido a Arcor por cincuenta de millones de dólares. Si esto fuera así no haría más que confirmar que el problema de estos caballeros sería puramente personal y directamente asociado con la codicia. Hoy obtienen una renta de 4.500 pesos por mes y creerán que podrían obtener... ¿15.000? Si el señor Benvenuto hubiese tuviera 50 hijos, suponiendo que no se gastó un solo dólar del mítico capital, entonces cada uno de ellos estaría perdiendo 1/50 de aproximadamente 3.500 dólares, es decir U$70, lo que representaría ni más ni menos que un 0,084 % anual de su capital. Una cifra brutal desde todo punto de vista. Esto si obtuvieran $15.000 por mes que, además, si así fuese, no sería por su propio trabajo (porque ese cuento no lo compro) ya que todas estas inversiones, ganancias y pérdidas serían sobre el fruto del trabajo de sus ancestros, los mismos que le alquilaran a los yegoga por cuarenta (40) años, atravesando "juntos" todas las peripecias económicas imaginables. En fin, si de dimes y diretes, fantasías y especulaciones se trata, acá me despaché con una tamagno bagno.

Señores Benvenuto, ricos tipos o pobres carmelitas: les envío mis saludos. Y si esto que acabo de relatar no es fiel a la re-realidad les agradeceré que me lo comuniquen, desde ya pondré la información correcta; creo que si existe un público interesado en este blog le encantará saber: "qué porcentaje de su patrimonio (económico, no cultural) se vería afectado si renovara el contrato por 5 años al mismo precio que los muchachos pagan hoy".


¿Entonces nada sucedió? No, pasaron cosas y unas cuantas. Estuve el domingo por afuerita nomás, examinando las caras de los turistas y paseantes locales mientras leían y se informaban a través de los carteles y afiches que están en la fachada. Indignación, signos de pregunta, lo inexplicable. Escuché palabras de apoyo para el bar y desaprobación del cierre por lo menos en español de españa, en francés, en portugués, en inglés, en castizo latinoamericano y desde ya en el local argentino.


En fin. La historia sigue. Hay muchas gentes laburando con voluntad y sin segundas intenciones Los hay quienes participan abiertamente y otros que simplemente van y se instalan y leen o escriben o conversan pero se quedan ahí. Otros no me parecen muy santos, pero su lugar tendería a achicarse, como si ganara la actitud mejor (¿otro ejercicio hipnótico peninsular?).

Como sea, todo indica que hay un triunfo parcial, la historia no está terminada.

Que viva el británico, carajo!!



2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

señor federico, esta totalmente equivocado, la familia dueña del britanico no es la misma que la campagnola, ahorrese esa sarta de pavadas que escribio...

6:22 p. m.  
Blogger las ranas said...

los dueños del británico son tres gallegos, los dueños del local son benvenuto o una sociedad san andrés que les pertenecería, si son los mismos de la campagnola no lo sé, no lo afirmo, usted sabe más?

9:12 a. m.  

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